YayBlogger.com
BLOGGER TEMPLATES

miércoles, 30 de enero de 2013

El poema más corto:

Tú.

uno.

No, no sé.

No sé si en realidad te extraño, no sé si me haces tanta falta.

No sé si es así, porque de hecho, no te has ido, sigues aquí.


Creo que extrañaba más la tranquilidad y la calma. Pero la verdad, sé que no lo puedo negar, porque sí, sí te extraño, creo.

O quizás lo que extraño es mi antiguo yo, o más bien, esa parte de mí, esa que ahora es tan abstracta y que no reconozco.


Esa parte que dediqué a ti... Lo mejor de mí.

 Pero no me pertenecías, ni me perteneces. Por más que yo lo hubiese deseado.

 No soy capaz de cruzar caminos, ni de cambiar tu historia, pero a lo mejor no es el momento, o no debo hacerlo, o no depende de mí, o simplemente no sucederá...

Por ahora, quedan las divagantes suposiciones en mi mente, que van y vienen como les place, como un boomerang.

Es como meter incertidumbre, tranquilidad, desesperación, euforia, deseo, placer y tristeza en una licuadora.


Quizás extrañe a quien creí que eras, o lo que creí que existía entre tú y yo... No lo sé.

Pero siempre fue así, un tú Y yo. Nunca como uno solo, más bien como complemento.

Y de todas formas, estoy segura que estoy mucho mejor así.
Aunque, igualmente, seguir conociéndote es lo que yo llamaría una experiencia de altibajos. Y no me molesta.

Entonces aquí estoy, de montaña rusa. En un punto que parece ser el aire.

Y al final no. No sé qué tanto te extraño.

lunes, 7 de enero de 2013

Gritaré en tus sueños.

Me has masticado y escupido varias veces.

Me has ingerido, digerido y vomitado mil veces en el suelo. 

Yo he sido tan volátil como una hoja de papel. Una que garabateaste y guardaste en tu bolsillo; que luego de un tiempo sacaste de nuevo a la luz, sólo para ver que ahora estaba arrugado y roto, así que lo desechaste.

Pero ahora es mi turno, ésta vez voy a reciclar tus acciones, y aunque no logré hacer ni siquiera un punto entre tus páginas, prometo que mi nombre estará escrito en la contraportada.

Toma una fotografía mental de quien estabas seguro que te creía muerto, porque no me olvidarás, seré el escalofrío recorriendo tu espalda en una noche helada, seré tu reflejo en el agua cuando llores y laves tu cara, ahí estaré, para ti.

Pero no desesperes, no lo veas de manera negativa, yo no pienso influir en tu vida con intenciones ocultas o con daños colaterales.

Y recuerda que a pesar de todo, y por suerte, yo no soy como tú.

Ahora, respira, descansa. 
Que yo seré el aire helado que entra por tu nariz, y gritaré en tus sueños.