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martes, 15 de octubre de 2013

Ventana

Entre tanto, y tan poco, me he dado cuenta que me he transformado en alguien diferente, pero igual a mí en mi más mismísima identidad propia. 

Me gusta encerrarme muy profundamente dentro de mí.
Ahí lo creo todo. Me creo todo.
Soy yo, siendo yo. 
No sé si temerme, no sé si amarme u odiarme.

He cambiado tanto, que no he cambiado en lo más mínimo.

Todo ha empezado a salir esporádicamente, como estrellas explotando, creando pequeñas partículas, dispersas en un universo al que me gusta ponerle mi nombre. 

(Y es que son estas partículas estelares, las que logran iluminar un interior tan fluctuante como el mío)

No sé si me extraño -si es que puedo decir que "me" extraño- 

Me gusta -y me aterra un poco- la idea de haber sido siempre esto.

Tan visceral, tan paradójica, tan inestable.

Me gusta encontrarme, fuera de mis cabales. Sin cordura... Qué desastre.

En mi propia fiesta interna donde todo es caótico y catártico a la vez.

Donde, irónicamente, muchas veces me pierdo. 
No encuentro salida entre tantas puertas externas, tantas cerraduras, tantas posibles realidades que no quiero reconocer. 

Soy peor de lo que creía.
Tan complicada, tan caótica.
Soy tanto, que al final no soy nada.

Imposible de definir. 

martes, 8 de octubre de 2013

Poema en azul

Te veo en el cigarro que se consume solo, que se fuma solo. 

En el último trago de vodka en el vaso, que ya está un poco tibio.  

En el café de la mañana, cuando se toma frío. 

Y en el llanto, como excusa para poder dormir. 


Tú eres azul, como este poema. 


Como ese segundo en que se me detiene el corazón porque me dices que me amas... Y te creo. 

Como eso que siento cuando despierto en las mañanas, y quiero que anochezca de nuevo, porque sé que si me duermo puedo verte. 

Eres como esa sensación de escalofrío, desde la punta de los pies hasta las pestañas. 

Te siento, te veo, te extraño, te quiero y te necesito. 


Y es que sin pensarlo te busco siempre... 

Te busco en el cigarro que se me consume. 

En el último trago de vodka. En el café de la mañana. 

Y en las noches, para dormir. 


Te busco sin querer. 

Sin querer buscarte. 

Sin querer encontrarte. 

Pero siempre te busco, y cuando te encuentro... 

Me encuentro.