YayBlogger.com
BLOGGER TEMPLATES

sábado, 30 de junio de 2012

Sólo no quiero que termine aquí.

Ahora que es definitivo que te vas, y faltando tan poco tiempo para ello, espero que ésto no suene como una  típica carta de despedida... Porque, a decir verdad, lo que menos quiero hacer es tener que despedirme.

Me sigo rehusando a ésto, y traté de no ser tan egoísta, posesiva, y sofocante; de verdad, lo intenté...
Y es que, tardaste en llegar, y esperaba que durara más tiempo... Eras, y eres mucho más de lo que podría llegar a pedir, y a veces sentía que iba a ser incapaz de llenarte, que no sería suficiente. Pero aparentemente no era del todo así.

Busqué durante tanto tiempo a alguien como tú...  A alguien con quien las cosas tomaran sentido, y es que más que una simple historia, una página más, quería que fueras el libro completo. Rápidamente te volviste tan importante, tan vital, tan necesario que me resulta tan difícil simplemente imaginarme que te esfumas de ésta manera...

Una de las cosas que más detesto, es no haber hecho tanto... Pude haberte querido más, pude haberte hablado más, pude haberte escrito más, te pude haber prestado más atención, pude haberte visto más, pude haberte abrazado más, pude haberte besado más, pude haber hecho tantas cosas más, y ahora sólo queda en mi mente, repitiéndose infinitamente un "Qué hubiese pasado sí...". Y no puedo dejar de pensarte, aunque, podría pensarte más...

Si de alguna manera vuelves, estoy dispuesta a cerrar cada puerta para no dejarte escapar nunca. Para abrazarte y no soltarte, y respirar cada parte de ti...

Entonces me encuentro en éste punto donde las cosas se me complican de nuevo, y no te culpo, porque, simplemente mentiría al culparte de ésto.

Me frustra inmensamente la idea de saber que es algo de lo que ni tú ni yo podemos escapar.

Ahora; siento no haber hecho las cosas en su momento aunque podía, me disculpo si en algún momento te hice sentir mal... Me disculpo por cada cosa que te haya afectado de alguna manera negativa.

Y sin importar como marchen las cosas, el tiempo que pase, los amigos que hagas, la gente que conozcas, espero que sepas que siempre me tendrás 'cerca' para lo que pueda ayudarte y lo que esté a mi disposición, cuentas conmigo.

Ahora, finalmente, con la vista nublada y un par de lágrimas recorriendo mis mejillas, sólo queda "despedirme" y desearte toda la suerte del Universo.

Espero que siempre puedas sentirme contigo aunque no esté físicamente...
Espero que aprendas a reír más.
Espero haberte sacado una sonrisa más de una vez.
Espero que no me olvides.
Y espero que no termine todo aquí.

Te quiero...



sábado, 23 de junio de 2012

Las cosas son así...

Hay ciertas cosas a las que no muy recientemente me he acostumbrado, por ejemplo; a pensarte, a imaginar cosas contigo que quizá nunca sucedan, a sentir esa necesidad de hablar contigo cada día, de cosas sin sentido, estupideces, y algunas otras cosas, y, en realidad, se ha vuelto una costumbre.

Lamentablemente, gracias a algún extraño factor del Universo, también me he acostumbrado a que casi nunca pase algo bueno en mi vida, y tú, tú eres algo bueno... Tienes que serlo, porque, eres algo más que eso...
Por esa razón siento temor de perderte, por partes, poco a poco... Simplemente no quiero que suceda; me harta que siempre suceda ésto.

Pero, la verdad es que he tratado de hacer el tiempo más largo de ciertas formas, porque quiero que ésta situación extraña y fascinante en la que nos encontramos en éste momento, no quiero que acabe nunca... Nunca.

Y es que te haz convertido en la razón de muchas cosas, le has empezado a dar sentido a esas canciones cursis que suenan en todas partes, te has convertido en trasnochos -de los que no podría quejarme-, en sonrisas esporádicas y repentinas, en deseos y palabras, en imperfecciones que encuentro perfectas, en escalofríos y miradas al vacío...

Y al final, eres tú, así son las cosas.

martes, 19 de junio de 2012

Quiero dormir contigo.

No me refiero a tener sexo.

Me refiero a dormir, dormir juntos.

Bajo las sábanas, en mi cama.

Con mi mano en tu pecho, y tu brazo rodeándome.

Con la ventana semi abierta, en una noche lluviosa.

Así que hace frío, y debemos estar aún más cerca.

Sin hablarnos.

Y que solo se escuchen las gotas caer, durante ese silencio, frágil, hermoso.

Y que dure para siempre.